sábado, 12 de abril de 2014

La plaga del asfalto

He oído por ahí que nuestro hogar,
nuestro mundo y planeta es una mierda...
Quizás haya veces que tengan razón;
cuando el cielo es de ceniza negra
y solo respira contaminación.
Pero hay otras que, cuando de ahí te alejas,
descubres lo bello que es poder vivir.
¿Saben esos que van de entendederas
el aroma de la lluvia de abril?
¿la sensación de los pies en la arena?
¿el sonido de las olas al romper?
¿la paz de una noche llena de estrellas?
¿el canto de un ave desde la altura?
¿el viento que revuelve la melena?
¿la euforia de correr y ser libre?
¿el sabor de un beso en la luna llena?
¿ver nieve volviéndolo todo blanco?
¿el gemido de amantes que se desean?
Es verdad que hay cosas malas... ¡horribles!
sin embargo, las hay muchas más bellas
aunque no las veamos... ¡panda de ciegos!
Destruimos todo ello sin darnos cuenta;
el asfalto es más bien una plaga
que está matando la naturaleza.
De los creadores del vaso medio lleno
llega hacer de la felicidad la meta
y también la clave de nuestras acciones.
De modo que ¡levanta la cabeza,
mira todo lo que te estás perdiendo!
¡La aventura de la vida comienza!


Foto - Dunas de San Juan de Nieva (Avilés)

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